martes, 16 de octubre de 2012




ARTE EN MESOPOTAMIA


Mesopotamia significa en griego "entre ríos". La región así denominada abarcaba inicialmente los territorios comprendidos entre los ríos Tigris y Eufrates. En la actualidad comprende a Iraq y el este de Siria. La abundancia de agua creó una gran riqueza natural, hasta el punto de que, según la Biblia, estuvo allí localizado el Paraíso. El neolítico pronto alcanzó un gran desarrollo en Mesopotamia, con asentamientos urbanos importantes, como Eridu o Uruk (desde el año 3.750 a.c.). En esta ciudad comenzó, muy probablemente, un sistema complejo de escritura. La historia de Mesopotamia es una sucesión de civilizaciones, iniciada por los sumerios (3.000 a.c. - 2.350 a.c.). Estos son vencidos por las huestes de Sargón, rey de los acadios (Akkad), que imponen su poder hasta 1.800 a.c. Desde ese momento conviven dos importantes culturas: los asirios (Assur), al norte, y los babilonios (Babilonia), al sur. Cada uno evoluciona de forma diferente, pero ambos acabarán dominados por pueblos guerreros llegados del este, los persas (Persia), medos y aqueménidas.
 










ARTE SUMERIO
En Sumeria florecen numerosos centros urbanos muy relacionados entre sí, como las ciudades-Estado de Kish, Ur, Uruk, Lagash o Mari. Para llevar el control de los crecientes intercambios comerciales se desarrolla la escritura "cuñeiforme", por estar desarrollada con signos en forma de cuña. Los sumerios también emplean la rueda, y establecen un calendario de doce meses en el que los días están ya divididos como hoy. Es la época del poema épico de Guilgamesh, rey de Uruk hacia 2.650 a.c. en el que ya se menciona el Diluvio Universal. Los templos, con enormes escalinatas de acceso, se alzan sobre plataformas en talud rematados por un ziggurat o torre de la oración. En el interior de estos templos ha aparecido una gran cantidad de esculturas que no representan a los dioses sino a los hombres en trance de solicitar ayuda a los dioses. De 2.500 a.c. a 2.360 a.c. se instala la Dinastía I de Lagash, que alcanza su apogeo con Eannatum. En este reinado el relieve alcanza una gran sofisticación -en la llamada Estela de los buitres- igual que la orfebrería, con abundantes figuras de animales, como el Toro de Ur, y escenas narrativas, como el Estandarte de Ur.
 

 


Cabeza de toro en Ur
(2.500 a.c.)

Forma parte de un arpa encontrado como ajuar funerario de la reina Subad. Confeccionada en gran parte en oro, refleja ya un total dominio en la representación naturalista de los animales.
 

ACADIA
Pueblo de origen semita, su primer rey, Sargón I (2.334 a.c. - 2.279 a.c.) derrota al rey sumerio Lugalzaggesi y establece la supremacía acadia en Siria, Asia Menor. Llega, incluso, a la isla de Chipre. Su nieto Naram-sin (2.254 a.c. - 2.218 a.c.) relanza el imperio acadio con nuevas conquistas, que ordena perpetuar en obras como la Estela de Naram-sin o en un busto que parece ser su autorretrato. Hacia el año 2.000 a.c. se unifican los reinos de Sumer y Akkad. Con ello se consolida una compleja burocracia y se inician transacciones que podemos calificar de bancarias, con préstamos a interés en la compra de productos. En general, es una época brillante para el arte, coronada con la figura de Gudea, "ensi" o gobernador civil de Lagash entre 2.141 a.c. y 2.122 a.c.
 

 

Cabeza de Naram-sin(h. 2.250 a.c.)
Es una obra maestra del trabajo sobre bronce. El rostro, y en especial los labios, alcanza un alto grado de belleza idealizada, en contraste con la barba, muy detallada y que se agrupa en formas geométricas.
 

ASIRIA
El Imperio asirio se extiende entre 1.800 a.c. y 612 a.c. Su primera gran capital, Assur, toma el nombre del principal dios de este pueblo guerrero, del que hay noticias ya en el año 2.500 a.c. Podemos distinguir tres períodos: Imperio Asirio Antiguo (1.800 a.c. - 1.375 a.c.), Medio (hasta 1.047 a.c.) y Nuevo, que comienza en 883 a.c. y termina el año 612 a.c. tras la invasión de los medos. A fines del siglo.VII a.c. Sargón II relanza el Imperio Asirio, controla Mesopotamia, Siria, Palestina y Fenicia. Medio siglo más tarde Assurbanipal (668 a.c. - 630 a.c.) invade Egipto y conquista la ciudad de Tebas. Pese a la gran cantidad de construcciones civiles y religiosas, el Imperio Nuevo viene determinado por la plástica. Hay mucha diferencia entre las estatuas de bulto redondo, por lo general muy rudimentarias, y los relieves, que suponen una de las cimas del arte universal. Estos representan animales (La leona herida), seres mitológicos o escenas de caza (Assur-nasirpal II cazando leones) y guerra, llenas de vida y movimiento. También se fomentan otras artes, como el ladrillo vidriado, el marfil, los metales y la pintura mural de gran calidad.
 

 

La leona heridaImperio Nuevo Asirio
El artista describe el resultado final de una cacería de Assurbanipal, con fieras muertas y heridas. Destaca la figura de la leona herida, dramática imagen del dolor animal. Se trata de un asombroso estudio anatómico, en el que las patas delanteras, aún poderosas, arrastran el peso del resto del cuerpo, ya sin vida por la flecha que atraviesa su espalda.

ARTE EN EGIPTO


La historia de Egipto, su mitología, economía, política y cultura no habrían sido posibles tal y como hoy las conocemos sin la presencia del río Nilo. Este marca profundamente la vida egpicia en todos los órdenes. Las crecidas del río eran relativamente fáciles de predecir y controlar, gracias a lo cual pudo producirse una agricultura intensiva y un rápido desarrollo de la civilización. El Nilo divide al país en dos grandes zonas muy diferenciadas: al norte, el delta o Bajo Egipto, compuesto por una serie de llanuras fluviales donde pronto crecieron los núcleos urbanos. Y, al sur, el Alto Egipto, un estrecho valle situado entre montañas poco elevadas. La historia antigua de Egipto termina con la llegada del Islam en el 641 d.c. Antes de que ocurra este hecho el pasado egipcio abarca varios grandes períodos: el predinástico, en el que se incluyen las dinastías I y II (4.500 a.c. y 2.365 a.c.) ; el imperio antiguo (2.365 a.c.- 2.154 a.c.); el imperio medio (2.061 a.c.- 1.552 a.c.); y el imperio nuevo (1.552 a.c.- 1.069 a.c.). Con posterioridad al imperio nuevo se produce una serie de sucesivas invasiones que culmina con la conquista por el Islam. A este período se le conoce como la Baja Época (1.069 a.c.- 641 d.c.).
 









PERIODO PREDINASTICOEl yacimiento más antiguo del Bajo Egipto que se ha hallado en el delta del Nilo pertenece a la cultura del Fayum A (4.300 a.c.- 3.800 a.c.). Al sur del país, en el Alto Egipto, florece la cultura Guerzeense (3.500 a.c.- 3.000 a.c.), que mantiene contactos con Oriente Próximo y Mesopotamia. El Alto y Bajo Egipto son en realidad agrupaciones de multitud de pequeños pueblos independientes con dos unidades políticas superiores o dos reinos. Aunque se habla de un mítico patriarca unificador llamado el rey Escorpión, la realidad es que los dos reinos fueron reunidos por Menes o Narmer, quien funda la importante ciudad de Menfis. Menes inicia la I Dinastía (3.000 a.c.- 2.890 a.c.), que, junto con la II (2.890 a.c.-2.686 a.c.), son conocidas como dinastías tinitas, por tener como capital la ciudad de This o Thinis, en el Alto Egipto. Desde el principio, los faraones reclaman su condición de dioses o, por lo menos, de enviados de los dioses para mantener la unidad territorial. También muy tempranamente se establecen una compleja burocracia y una rígida jerarquía social en la que destacan el visir o máximo gobernante, y la casta de sacerdotes encargados de los numerosos cultos politeístas. En lo que respecta a las artes, sobresalen las mastabas, tumbas de notables que prefiguran, aunque muy de lejos, las pirámides. En toda obra arquitectónica egipcia se emplean como materiales básicos el ladrillo, el adobe o la madera, y muy poco la piedra. Son muy interesantes también las artes de la escultura y el relieve. Durante la II Dinastía encontramos ya las primeras representaciones características de los faraones, como la de Khasekhem los relieves no se desarrollan de preferencia sobre muros, sino en objetos más pequeños, como la paleta de Narmer, o en estelas funerarias, donde se registran datos del muerto, como la de Uadyi.
 

 

Paleta de Narmer, I Dinastía
Decorada por ambas caras, en una de ellas aparece este faraón con la corona del Alto Egipto y en la otra con la del Bajo Egipto. Destaca ya el tamaño sobrenatural del faraón, que derrota a sus enemigos. A la derecha encontramos a Horus, dios del cielo encarnado en halcón, que agarra a otro prisionero con seis tallos floridos que representan los 6.000 prisioneros hechos por Narmer. Contrasta con esta evidente exaltación política la figura del siervo que lleva las sandalias del faraón.
 

IMPERIO ANTIGUOComprende las dinastías III (2.635 a.C.- 2.570 a.c.), IV (2.570 a.c.- 2.450 a.c.), V (2.450 a.c.-2.290 a.c.) y VI (2.290 a.c.- 2.154 a.c.). Después una profunda crisis social y política empieza el Primer Período Intermedio (2.154 a.c.- 2.040 a.c.), en el que se suceden las dinastías VII a X, con gobernadores civiles más poderosos e independientes respecto al faraón. En la dinastía III sobresale el faraón Zoser (2.635 a.c.-2.615 a.c.), cuyo visir Imhotep es un genial arquitecto que inventa la columna de piedra, aunque adosada al muro. Imhotep llegará a ser adorado como un semidios, patrono de la ciencia y de la medicina. Con él avanzan todas las artes, pero especialmente la arquitectura, que sienta desde entonces el precedente de las famosas pirámides con la llamada pirámide escalonada de Zoser. La evolución de las pirámides continúa bajo el faraón Snefru, que inicia la dinastía IV, continúa en Meidum -donde destaca también un conjunto de pinturas de aves y Dashur. Este arte arquitectónico alcanza su máxima expresión con el mítico Keops (2.553 a.c.-2.530 a.c.), hijo de Snefru, y con sus sucesores directos Kefrén y Micerinos. Las tres pirámides egipcias, que han pasado a formar parte de los más famosos monumentos de la historia de la humanidad, fueron realizadas en la necrópolis de Gizeh, acompañadas por la Esfinge. A este período de esplendor siguen las dinastías V y VI, se asienta una herejía que adora al dios solar Re, y crea obras como el templo de Nauserre en Abu Gurab. En escultura, con la dinastía IV se llega a una época importante. Si bien apenas quedan imágenes de Keops, abundan las de Kefrén y las de Micerinos, por lo general muy solemnes e impersonales. Por el contrario, durante las dinastías V y VI la escultura está definida por un gran naturalismo, con obras como el retrato de Ka-aper, el escriba sentado y la familia de Seneb.
 

 

Fresco de las ocas, Meidum (IV Dinastía)
El color se emplea en Egipto más como medio descriptivo que expresivo; por ello, no hay gradaciones de color y no se intenta crear sombras. La línea es elegante y el dibujo está consagrado a la descripción naturalista de las especies de aves.
 

IMPERIO MEDIOEn este apartado se incluyen el Imperio Medio propiamente dicho, que abarca las Dinastías XI y XII (2.061 a.c.- 1.785 a.c.), y el Segundo Período Intermedio, al que pertenecen las Dinastías XIII a XVII (1.785 a.c.- 1.551 a.c.). Es Mentuhotep II (2.060 a.c.-2.010 a.c.), rey de Tebas, quien logra reunificar Egipto y devolver la paz al territorio, lo que inaugura el Imperio Medio. Sin embargo, algunos síntomas de debilidad al final de la Dinastía XII son aprovechados por los hicsos, pueblo procedente del Próximo Oriente, que inician el Segundo Período Intermedio. El Imperio Medio aspira a recobrar el esplendor del Imperio Antiguo, para lo cual se intensifica la centralización de los recursos y se fomenta el culto a las artes. En arquitectura abundan las realizaciones de speos e hipogeos; entre estos últimos sobresale el mausoleo de Mentuhotep II en Deir el-Bahari. Durante la dinastía XII se crea el interesante conjunto urbanístico de Kahun. La escultura observó durante las primeras décadas una superior calidad entre los artistas del norte, que contaban con los modelos presentes en Gizeh, Abusir o Saqqarah. Empero, a partir de la Dinastía XII parece unificarse la calidad, con un estilo naturalista y obras mucho más humanas y amables. Los faraones más destacados de esta dinastía, Sesostris III y Amenemhet III cuentan con numerosos retratos en bulto redondo. Como ejemplos notables de escultura en relieve podemos mencionar los situados en el conjunto de templos de Assuán.
 

 

Sesostris III, Museo de Luxor
(Dinastía XII)

En sus numerosos retratos los artistas egipcios culminan una tendencia a rechazar la idealización y a mostrar, en cambio, rasgos fisonómicos concretos, como la fealdad o la vejez. A diferencia del Imperio Antiguo, en donde el faraón siempre aparece representado con facciones jóvenes y perfectas, por ser considerado un dios, en este retrato aparece un faraón anciano y con signos de cansancio. Estos retratos anuncian ya lo que será el arte naturalista de la corte de Akhenatón.
 

IMPERIO NUEVOComprende las Dinastías XVIII, XIX y XX, que se desarrollan entre 1.551 a.c. y 1.064 a.c. Tras el caos que define el Segundo Período Intermedio, Ahmosis I reunifica de nuevo el país y refuerza el centralismo, hasta tal punto que sienta las bases para la posterior expansión exterior, militar y comercial. En esa misma dinastía XVIII hay que destacar a la reina Hatshepsut (1.490 a.c.-1.468 a.c.) y Amenofis III (1.402 a.c.- 1.364 a.c.), cuyo hijo da paso a la crisis religiosa encarnada en Amenofis IV (1.364 a.c.-1.347 a.c.). Ante el creciente poder de la casta sacerdotal, que proyecta su influencia incluso sobre los mismos faraones, Amenofis IV rechaza el politeísmo y opta por adorar a un solo dios, Atón. Él mismo cambia de nombre y se convierte en Akhenatón, que quiere decir "útil a Atón". Su yerno y sucesor más famoso es Tutankhamón, que restablece el politeísmo y el culto a Amón, como refleja su propio nombre. La gran época de expansión exterior comienza con la dinastía XIX, con Seti I pero, sobre todo, con Ramsés II. En cambio, la siguiente dinastía -los Ramésidas- se enfrentan a las agresiones exteriores de los libios y de los Pueblos del Mar.

LA DINASTIA XVIIILa gran época de la arquitectura religiosa egipcia, es la Dinatía XVIII situada preferentemente en Tebas, cerca de Deir el-Bahari. En este lugar se encuentran el Valle de los Reyes, donde están enterrados todos los faraones desde la dinastía XVIII a la XX, excepto Amenofis IV o Akhenatón, y el Valle de las Reinas, en el que yacen las esposas e hijos de los faraones. Por lo general, las tumbas -más pequeñas en el Valle de las Reinas- siguen el mismo esquema de pasillo descendente, habitación, antecámara y cámara funeraria. Entre los templos se destacan el de Amón en Karnak, el de Luxor y el de la reina Hatshepsut. De esta misma época son los Colosos de Memnón. En tamaño algo más reducido, aparecen los retratos de Tutmosis III y el de la reina Teye, que preludian el sorprendente arte naturalista de la corte de Akhenatón.
 

 

Retrato de la reina Teye
Museo de Berlín

Fue realizado en ébano, que resalta los rasgos físicos de esta mujer procedente del África negra. Teye había pertenecido al harén de Amenofis III y acabó siendo su esposa. En su rostro se aprecia la combinación de belleza en las facciones y de inteligencia en la mirada.
 

AKHENATÓN Y EL PERÍODO AMARNIANOAmenofis IV reina entre 1.364 a.c. y 1.347 a.c. sustituye el politeísmo y el culto a Amón por el de Atón, el dios que aparecerá representado por el disco solar. El soberano crea una nueva capital, Tell el-Amarna, a más de 200 kms. de Tebas, y cambia su propio nombre por el de Akhenatón, "Útil a Atón". Se casa con Nefertiti y forma con ella una corte llena de lujos y alegría de vivir. Este período, el amarniano, concluye con su reinado: al ser una religión vitalista no ofrecía soluciones para la otra vida, a la que estaban muy ligados los egipcios. Su yerno, Tutankhamón, restablece el politeísmo y el tradicional culto a Amón. Akhenatón promueve un arte que refleja la vida cotidiana a través de relieves y pinturas murales, y que, ajeno a toda idealización, describe con fidelidad el mundo exterior.
 

 

Relieve de Semenkhare
Museo de Berlín

Representa una escena íntima de Semenkhare, el primer sucesor de Akhenatón, y su esposa Meritatón. En ella se ve reflejado el ambiente elegante y refinado de la corte amarniana, donde predominaba la naturalidad. Hay una complejidad al tratar los velos de los vestidos, tan sinuosos como los mismos cuerpos.
 

LOS RAMÉSIDASDinastías XIX (1.305 a.c.-1.196 a.c.) y XX (1.196 a.c.-1.119 a.c.)
Es la época de Ramsés II (1.289 a.c.-1.224 a.c.) , el faraón más importante de la historia de Egipto, que devolvió la grandeza a su patria con expediciones triunfantes a Siria o Nubia. Tanto él como su esposa Nefertari promovieron las artes de forma extraordinaria. Intervino en el templo de Luxor, levantó el Rameseum en Abidos y los templos en Abu Simbel. En la dinastía XX destaca el reinado de Ramsés III, última figura importante del Imperio egipcio, que logra resistir el ataque de los libios y de los Pueblos del Mar. Durante este período el arte se hace repetitivo y académico, pues se tuvo que esculpir mucho y deprisa a fin de decorar las inmensas tumbas del Valle de los Reyes y muchos templos.
 

 

Gran templo de Abu Simbel
Es un speos, cuyo pilono, en lugar de estar exento, está tallado en la roca. Delante del pilono vemos las cuatro figuras colosales de Ramsés II en postura sedente; entre ellas se localiza la única entrada al templo. En la sala hipóstila y en otros espacios del templo se suceden los relieves con batallas del faraón.
 

DE LA ÉPOCA BAJA AL ISLAMDurante las Dinastías XXI a XXXI (1.080 a.c.- 332 a.c.), Egipto pierde todas sus posesiones en el exterior y, aún más, se ve amenazado por invasores extranjeros, conscientes de la debilidad egipcia. La dinastía XXVI, de los Psaméticos, cede en 525 a.c. ante los persas, que dominan el país hasta la conquista de Alejandro Magno en 341 a.c. Se establece en Alejandría una nueva capital que adquirirá gran prosperidad cultural y, al fallecer Alejandro, uno de sus generales macedonios, Ptolomeo Sóter (367-283 a.c.), inicia una dinastía que produce interesantes obras arquitectónicas, como el Templo de Edfú, y escultóricas, como las llamadas Cabezas verdes. El último gobernante de la dinastía fue Cleopatra (Cleopatra VII Filopator), que cede el poder ante el Imperio romano en el año 30 a.c. De esta época es la Piedra Rosetta, descubierta en época de Napoleón Bonaparte en 1799. Se trata de un bloque de basalto negro con una inscripción en tres escrituras -griego, jeroglífica y demótica o egipcio vulgar-, descifradas por el francés Jean Champollion, arqueólogo que permitió comenzar a descifrar los jeroglíficos. Egipto se convierte entonces en importante provincia del Imperio Romano hasta el año 395 de nuestra era. Con la fragmentación del Imperio queda bajo la órbita de Bizancio, con lo cual se inicia la forma específica de Cristianismo que conocemos como Copto. Esta época desarrolla un arte muy peculiar, que, a partir del año 614, tendrá que convivir con la llegada del Islam.
 

 

Cristo y Abú Menás
Pintura de arte copto

Se caracteriza por la expresividad concentrada en los grandes ojos abiertos. También por su frontalidad, sus abundantes pliegues poco naturales y sus colores intensos: amarillos, naranjas, marrones.

ARTE EN GRECIA


La civilización griega se considera una de las épocas más brillantes de la historia de la humanidad por sus aportes a la filosofía, la política, la convivencia social y el arte. En lo que hace referencia al arte, sus ideales y sus logros condicionan de una forma evidente el arte occidental hasta bien entrado el siglo XIX. Sin embargo, no se alcanzó esa plenitud de manera inmediata;para llegar a tal punto fueron necesarios siglos de continua experimentación, de avances y también de retrocesos, que comienza ya en el Neolítico. Desde esos momentos iniciales se observa un fenómeno muy característico del ámbito griego: la aparición de múltiples centros de creación, a veces muy distanciados entre sí, como Troya -en el extremo noroeste de la actual Turquía-, las islas de Chipre, Creta (La civilización cretense) y el archipiélago de las Cícladas. El fin de la gran civilización cretense, hacia 1.400 a.c. cierra ese primer gran período, momento en el que asume protagonismo la civilización micénica, bruscamente finalizada hacia 1.200 a.c. A partir de entonces comienzan varios siglos de decadencia económica, social y cultural, que se suelen conocer como la "Edad Oscura". Únicamente hacia el siglo X a.c. bajo condiciones económicas más favorables, se iniciará el despegue con el llamado Período Protogeométrico, que culmina con el Período Geométrico, hacia mediados del siglo VIII a.c. En esta época y en la siguiente, que es el Período Orientalizante (principios del siglo VII a.c.), se definen ya algunos rasgos de la cultura griega, como el idioma y el desarrollo de la ciudad moderna, que anuncian una etapa fundamental conocida como el Arcaísmo griego.
 










CRETA
Localizada geográficamente al sudeste de la península griega, esta gran isla de unos 275 kms. de longitud máxima se halla a la misma distancia de los continentes europeo y asiático. Desde el principio, a Creta la acompaña la leyenda. El mítico rey Minos había engañado al dios marino, Poseidón. La venganza divina consistió en que Pasífae, esposa de Minos, se enamorara de un toro blanco, unión de la que salió Minotauro, con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Para esconder al monstruo, Minos encargó al inventor Dédalo, que trabajaba para su corte, la creación del Laberinto. Supuestamente como botín de guerra, cada nueve años los atenienses entregaban siete muchachos y siete doncellas al rey Minos; las víctimas eran devoradas por Minotauro. Será el héroe ateniense Teseo quien, con la ayuda de Ariadna, hija de Minos, finalmente da muerte al monstruo. En realidad, la leyenda parece reflejar un cambio en la situación política: la independencia de los primeros pobladores del Ática respecto al poder cretense. Sobre este particular son más claros los datos históricos. Hacia 6.000 a.c. llega el Neolítico, y con él aparecen objetos importados de las Cícladas. A esta primera época suceden dos milenios de oscuridad, que finalizan con la llegada de la Edad del Bronce. En Creta, el período se subdivide en tres: Minoico Antiguo (3.000 a.c.-2.000 a.c.), Medio (2.000 a.c.- 1.600 a.c.) y Reciente (1.600 a.c.- 1.400 a.c.). El Minoico Medio, conocido también como "época de los primeros palacios", termina de forma brusca, quizás por la acción de un terremoto o por revueltas internas. En cualquier caso, queda descartada la hipótesis de invasiones extranjeras. Lo sucede el Minoico Reciente, "época de los palacios nuevos", que hoy podemos contemplar, y que, por desgracia, también finaliza dramáticamente. La sociedad aparece dominada por la figura del rey, que seguramente también es la máxima autoridad religiosa. Vive en el palacio, verdadero eje de la actividad de la población cretense, donde se administra todo el comercio interior y exterior. Destacan los palacios de Mallia, Cnosos, Faistos y Hagia Tríada, en el centro, y Zakro, en el extremo oriental de la isla. La agricultura y la ganadería son la base de la economía, aunque están complementadas con una intensa actividad comercial en el extranjero, de modo que se habla de Creta como una talasocracia o imperio marítimo. Los contactos fueron especialmente intensos con Egipto, durante los reinados de Tutmosis III y Amenofis III (hacia 1.500 a.c.- 1.450 a.c.). Los cretenses importan oro, plata, cobre, marfil o lapislázuli, a cambio de lana, vino y aceite, muy abundantes en la isla. Pueblo extremadamente pacífico, el de Creta se centra en la religión, que gira en torno a la figura de la Diosa-madre y de la naturaleza.
 

 

Fresco de los antílopes
Akrotiri (1.550 a.c.- 1.500 a.c.)

Las pinturas de este pueblo se han conservado en perfecto estado porque una erupción del volcán de Tera, hacia 1.530 a.c., sepultó las viviendas y mantuvo intactos los brillantes colores. Sobre fondo blanco utiliza sólo la línea negra, elegante, que define perfectamente el movimiento de estos animales.

La Parisina
Cnosos (1.450 a.c.)

Es llamada así por la imagen moderna que presenta y que tanto asombro causó al ser descubierta. Aparece de perfil, con el ojo de frente, y lujosamente vestida y peinada, por lo que se supone que podía ser una sacerdotisa.

Cerámica del estilo marino
Los artistas cretenses buscan la inspiración en el mundo natural que los rodea y al que adoran como un dios. Este concede prosperidad económica y excelentes modelos para su arte. Se elige con frecuencia la figura del pulpo, porque sus tentáculos pueden alargarse, estilizadamente, por toda la superficie del vaso. Además, se intenta recrear un fondo marino, con algas y conchas.
 

MICENAS
Entre 2.000 a.c y 1.600 a.c. diversos pueblos indoeuropeos llegan a la península griega, entre ellos los aqueos, que se asientan en el centro y sur del territorio. Durante unos siglos apenas sabemos nada de ellos. Pero hacia 1.600 a.c. comienzan a desarrollarse, en el Peloponeso, las primeras etapas de la cultura micénica. Para su estudio, este período se divide en tres etapas: Micénico Antiguo (1.600 a.c.- 1.500 a.c.), Medio (1.500 a.c.- 1.380 a.c.) y Reciente (1.380 a.c.- 1.100 a.c.) Del Micénico Antiguo sólo conservamos restos de tumbas en Micenas, donde ha aparecido un inmenso número de armas, máscaras funerarias y joyas. . Cuando Micenas alcanza su esplendor, hacia 1.400 a.c., su influencia se hace notar en puntos tan alejados como Asia Menor, Creta, Sicilia o el sur de Italia. Desde 1.250 a.c. se observan síntomas de declive, con problemas internos y la destrucción masiva de los centros micénicos. Más que invasores, parecen pueblos que emigran como consecuencia del cambio climático que experimenta Europa. Los eolios se quedan en el norte; los jonios en Ática y las Cícladas; y los dorios ocupan pacíficamente el área micénica, primero en las montañas y más tarde en las ciudades. Esta época de dominación doria se conoce como Período Submicénico y supone un retroceso generalizado: las ciudades dan paso a agrupaciones casi tribales y se olvida la escritura, que en realidad sólo se había empleado antes para llevar la administración de los palacios. No podemos afirmar que la cultura micénica sea sólo una continuación de las culturas del Bronce Final; más bien parece una síntesis personal de esas influencias y de otras, las cretenses, que introducen aspectos como la cerámica, orfebrería o pintura al fresco. Sus centros más activos fueron las ciudades de Micenas y Tirinto-en la Argólida, al este del Peloponeso-, y Pilos -en Mesenia, al suroeste -, aunque aparecen restos mucho más al norte, como en Tebas e, incluso, en la acrópolis de Atenas. En esta última han sido excavados restos de una ciudadela micénica.
 

 

Ánfora (h. 1.450 a.c.)
A primera vista, parece una obra típica del "estilo marino" cretense. Sin embargo, al ser adoptada por los artesanos micénicos, la línea curva pierde elegancia y se hace menos espontánea.

Oferente
Tirinto (siglo XIII a.c.)

Se aprecian las características importadas de Creta: el mismo modelo de mujer en procesión, el mismo perfil, la estrecha cintura y el vestido. Sin embargo, la interpretación micénica se aleja de obras como La Parisina: se ha recargado el dibujo, en el peinado, y lo que antes era elegancia se convierte ahora en exageración.
 

PERIODO ORIENTALIZANTE
A finales del siglo VIII a.c. se aprecia un cambio gradual pero intenso en la vida cotidiana de los habitantes del ámbito egeo. Aumenta la población, y muchos tienen que emigrar a otras regiones, principalmente a la costa occidental de Asia Menor; donde se habían establecido durante décadas enclaves comerciales. Este intenso comercio recorre vías terrestres y marítimas. Una de las más activas es la que se origina en Mesopotamia y Próximo Oriente y, luego de hacer escalas en Chipre, costa sur de Asia Menor, Rodas y Creta, termina en plena península griega. El mundo oriental tiene mucha trascendencia en la posterior historia de Grecia, hasta el punto de que los griegos adoptan el alfabeto fenicio para configurar su lengua. Del mismo modo, la mitología griega se nutre de los modelos fenicios, egipcios,etc. Afrodita, diosa del amor, es una adaptación de la Astarté fenicia, y Herakles, el Hércules de los romanos, adopta los rasgos del héroe mesopotámico Gilgamesh. También reinterpretan las criaturas monstruosas, entre ellas la esfinge, inventada en Egipto. Durante el Período Geométrico Grecia no había vivido en un total aislamiento, y ya mantenía contactos ocasionales con el Próximo Oriente. Sin embargo, era un simple intercambio de objetos porque los artesanos conservaban sus tradiciones propias. Esto es lo que cambia en el Período Orientalizante, que se extiende entre 700 a.c. y 650 a.c. aproximadamente. Se nota entonces la presencia efectiva de lo oriental en la cultura y en el arte, en gran medida debido a que muchos artesanos orientales establecieron sus talleres en Creta y en la península griega. Su éxito fue tan grande que, poco después los propios griegos abren talleres donde se imitan esas novedades orientalizantes.
 

 

Cerámica protoática (700 a.c.)
Colores rojos y negros sobre fondo claro. Persiste mucha decoración geométrica, aunque también encontramos tres escenas narrativas. De arriba abajo aparecen un desfile de grifos, un grupo en torno a un músico y un desfile de guerreros sobre carros de caballos. Las figuras son aún muy estilizadas, aunque revelan ya trabajo más detallado.


ARTE EN AMÉRICA


Desde 20000-15000 a.c. sucesivas oleadas de pueblos procedentes de Asia oriental, llegan a la actual América del Norte cruzando el estrecho de Bering, en Alaska. Se pueden distinguir dos grandes períodos. El primero, arcaico o preclásico (1500 a.c.- 100 d.c.), donde se mejora la agricultura, crece el comercio y domina la figura de los sacerdotes. El segundo, clásico, con grandes ciudades-estado teocráticas, sociedades gobernadas por un jefe al que se considera intermediario de los dioses. Evoluciona una variedad de culturas en estos siglos: Teotihuacán, Toltecas, Aztecas, Olmecas y Zapotecas en México; Mayas, en México y Centroamérica; Incas y otros pueblos en América del Sur. A pesar de esta diversidad, es posible señalar algunos rasgos comunes en su arte. Por ejemplo, no se pretende reflejar la realidad visible, sino el mundo de dioses y espíritus que, según estas sociedades, domina cada acto de la vida diaria. El arte es un producto colectivo, realizado por el pueblo y destinado a las ceremonias religiosas de la comunidad. El ejercicio de las artes y ciencias está en poder de los sacerdotes, que conceden menor importancia a estas actividades que a la agricultura. Por lo general, no hay voluntad de narrar hechos humanos: sólo figuras aisladas de dioses, hombres y animales.
 









TOLTECASA finales del siglo IX d.c. el reinado de Ce Acatl Topiltzin lleva a la capital tolteca, Tula, a su máximo esplendor. Por desgracia, esta brillante civilización es destruída, poco después, en el siglo XII d.c. por invasiones chichimecas. Heredan el gran arte de Teotihuacán, pero sustituyen esa solemnidad por un aspecto lujoso y, a veces, decorativo. Los Aztecas, asombrados de este refinamiento, se hicieron llamar sus descendientes. Es una arquitectura técnicamente superior, que crea grandes espacios internos apoyados en pilares. A medio camino entre el pilar y la escultura exenta están los famosos atlantes del Templo de la Estrella de la Mañana. También destaca la aparición de un nuevo modelo escultórico, los llamados Chac Mool, figuras recostadas.
 

 

Chac Mool
La postura forzada de la figura se explica porque servía para sostener un recipiente empleado para las ofrendas a los dioses. El cuerpo se mantiene dentro de la forma original del bloque, con los brazos y las piernas pegados. En la cabeza se aúnan formas geométricas y una descripción más naturalista del rostro.


 

OLMECASLos Olmecas son el primer gran pueblo de Mesoamérica, y ya desde 1200 a.c. se encuentra en la península del Yucatán, en el extremo oriental de México. El gran aporte de los olmecas es la "creación" de la planta del maíz, conseguida a través de especies menos nutritivas. Destacan las poblaciones olmecas de Las Ventas y el Cerro de las Mesas, donde se han encontrado, además de grandiosas arquitecturas, doce cabezas monumentales. Los olmecas influyen en otras culturas posteriores, como los Aztecas y los Zapatecas.
 

 

Cabezas monumentales
Sigue siendo un misterio cómo se pudieron realizar, ya que la región carece de canteras, y las más cercanas se encuentran a más de 100 kms. de distancia. Miden cerca de 2 ms. de altura y un diámetro cercano a 1,5 ms. Se respeta la sensación de masa, de bloque, por lo que no sobresalen elementos.


 

LOS MAYASSu historia se divide en Imperio Antiguo (siglos IV-X d.c.) y Nuevo (siglos X-XV d.c.). Durante el Imperio Antiguo -que alcanza zonas como el sur de México, Guatemala, Honduras y el norte de El Salvador- no se logra la centralización, coexisten, pues, ciudades-estados independientes. El Nuevo Imperio presencia la llegada de los mayas al Yucatán; es cuando surge el estado centralizado, en el que se destaca la ciudad de Chichén-Itzá. Fundada en el año 534 d.c. los mayas engrandecen a Chichén-Itzá con obras entre las que sobresalen la pirámide de Kukulcán (llamada "el Castillo"), y el Templo de los Guerreros, "el Caracol", de planta circular. En arquitectura, intentan escapar de la horizontalidad y amontonan pisos en altura, como se ve en el Templo del Sol, en Palenque. Emplean el falso arco, llamado así porque, en realidad, no sostiene la estructura superior. La forma clásica de la plástica maya es la estela, que aparece decorada con jeroglíficos y figuras.
 

 

Estela de Madrid
(siglos VII-X d.c.)

Por lo general, las estelas mayas se erigían al concluir un ciclo de 20 años, aunque otros piensan que se realizaban cada vez que ocurría un acontecimiento astronómico destacable. Sirven de alabanza a los caciques y sacerdotes, que siempre aparecen como protagonistas. El relieve presenta al personaje en estricto perfil, rodeado de abundantes signos jeroglíficos .


 

AMERICA DEL SUREn todo el subcontinente abundan culturas muy variadas desde el Neolítico. En algunos lugares, como Colombia, Ecuador y Perú, la riqueza de las minas produce grandes orfebres cuya fama dió lugar a la leyenda de un mítico lugar llamado El Dorado. Un ejemplo es el collar de los talleres Tolimas. Las culturas más antiguas -hacia el siglos IX d.c.-son las de Chavín, Tiahuanaco y Recuay. Poco después, florecen las culturas Nazca -al sur de Perú- y Chimú, al norte. Todas quedaron eclipsadas por la ascensión de la cultura Inca. Hacia 1200 d.c. liderados por Manco Capac, los incas se asientan en las regiones cercanas a Cuzco. Desde allí crean un inmenso imperio (1438-1531) que se extiende entre el sur de Colombia y la parte central de Chile, y que cuenta con la enigmática ciudad de Machu Picchu. En el siglo XVI Tupa Inca conquistará los reinos de Quito y Chimú. El final del imperio Inca sobreviene con la llegada de Francisco Pizarro, que logra enemistar a las familias nobles y toma Cuzco en 1533. Inca (que significa "soberano") es la representación de la divinidad en la tierra, por lo que instaura un absolutismo de origen teocrático. Tiene un arte muy desarrollado, con arquitectura monumental y activos talleres de orfebrería. No existe un sistema de escritura, hecho que sorprende más si tenemos en cuenta la unificación del imperio, para la cual se desarrolla un sistema de vías de comunicación de miles de kilómetros.
 

 

Collar, arte tolima
Es un ejemplo espléndido de la maestría que alcanzó el orfebre colombiano en las diversas técnicas de trabajar el oro. Los tolimas ocuparon una zona central del país, donde también los quimbayas trabajaban magistralmente el oro. En el norte lo hacían los taironas. Tendencia a la geometría de las formas, que aparece estrechamente ligada a un fuerte decorativismo.



LA EDAD DE LOS METALES
Los primeros metales que usó el hombre debieron ser el cobre, el oro y la plata, que, a veces, se encontraban en la naturaleza en estado puro. Este uso no implicaba el conocimiento de las técnicas de metalurgia. Los primeros metales fundidos aparecen en el cuarto milenio a. de C. y se localizaron en Oriente Próximo, desde donde se fueron difundiendo hacia Asia y Europa.
Espadas de de la Edad de Bronce (Museo Arqueológico de Orense)
Se desconoce cómo se llegó al descubrimiento de la metalurgia. La obtención de metales fundidos exige una técnica compleja que resulta difícil explicar cómo se llegó a conocer y dominar. En cualquier caso, el primer metal que sufre un proceso metalúrgico es el cobre. La facilidad con la que se podía trabajar (es un metal muy maleable) hizo que pronto se adoptara para sustituir armas y útiles de piedra.
El cobre dejó paso al bronce en el momento en que se descubrió que esta aleación de cobre y estaño ofrecía unas cualidades superiores a las del cobre. También se desconoce cómo llegó a realizarse el descubrimiento de la técnica de aleación, aunque parece que pudo ser un descubrimiento casual producido por la circunstancia de que los minerales de cobre y estaño se parecen entre sí. Alguien pudo, de ese modo, desear fundir sólo cobre y descubrir el bronce al utilizar los dos tipos de mineral. La importancia de este nuevo metal hace que se hable de la Edad del Bronce.
La mayor calidad del bronce, así como las dificultades de la metalurgia del hierro (necesita temperaturas mucho más altas que el bronce) hizo que esta aleación tuviera una larga etapa de predominio de más de dos mil años. Cuando aparece el hierro, hacia fines del segundo milenio a. de C., la mayor parte de las culturas disponen de su propia escritura y, por lo tanto, han entrado ya en los tiempos históricos.
LAS CULTURAS EUROPEAS EN LA EDAD DE LOS METALES

 
Las culturas megalíticas parecen tener su origen en la actual Bretaña francesa, desde donde se difundieron hacia el sur de Inglaterra, la península ibérica y Centroeuropa.
Coincidiendo con la expansión del cobre y, poco después, del bronce, se producen en Europa ciertos movimientos culturales de importancia que se ponen de manifiesto a través de los llamados monumentos megalíticos (grandes piedras).
Las construcciones con grandes piedras dieron lugar a muy diversos tipos de monumentos, pero los más frecuentes fueron los dólmenes y los menhires. El dolmen estaba constituido por una o dos grandes piedras dispuestas en posición horizontal sobre dos o más piedras de disposición vertical. Los dólmenes, en algunos casos, se utilizaron como indicadores de enterramientos colectivos.
El dolmen puede ser considerado el primer edificio de la humanidad, entendiendo como tal la disposición de elementos constructivos para cubrir un espacio con una finalidad concreta. Los menhires fueron simples piedras de gran tamaño y forma alargada que se clavaban verticalmente en tierra.
Dependiendo de su disposición podían formar cromlechs si se colocaban en círculo o alineamientos cuando se disponían en hileras. El estudio de algunos cromlechs parece haber demostrado cierto culto al Sol porque, según la disposición de sus elementos, se podían anunciar algunos eclipses.
Cromlechs de Stonehenge, en Salisbury (Gran Bretaña)
Los monumentos megalíticos pueden considerarse como la primera muestra de la arquitectura monumental. Su grandiosidad pone en evidencia el grado de organización social de los pueblos neolíticos. Su construcción se realizó a base de grandes esfuerzos humanos, debidos a la falta de técnicas constructivas, que demuestran un alto sentido de comunidad y una notable organización capaz de dirigir las obras con muchos operarios.
LAS CULTURAS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD DE LOS METALES

Hacia el segundo milenio ya había llegado el cobre a la península introducido por el sudeste (Almería). En esa época se desarrolló la arquitectura megalítica, manifestándose de manera especial con la construcción de dólmenes que, con frecuencia, solían recubrirse de tierra. El dolmen así cubierto fue desarrollándose hacia construcciones más complejas para dar lugar a las llamadas tumbas de corredor. Éstas estaban constituidas por una sucesión de dólmenes que creaban un corredor que se ensanchaba mediante el uso de pilares, en un fondo cerrado.
En épocas más avanzadas, la techumbre del fondo se constituía como falsa cúpula por aproximación de hiladas. En todos los casos el conjunto se cubría de tierra, quedando sólo limpia la entrada. Las mejores muestras de estas tumbas de corredor fueron las llamadas cuevas de la Menga y del Romeral en Málaga.
Cueva de la Menga, en Antequera (Málaga - España)
Con respecto a la cerámica, en la península destacó la que estaba decorada mediante la impresión de conchas marinas cerámica cardial. Este tipo fue desplazado por la cerámica campaniforme (vasos de boca muy ancha) que estaba decorada con formas geométricas.
La pintura de la época de los primeros metales es, quizá, la manifestación artística menos importante. Se trata de una pintura muy esquemática, cercana a la abstracción. En ella, las figuras humanas quedan reducidas a simples formas geométricas (un triángulo era la representación femenina); lo mismo sucedió con las representaciones de animales, entre las que podía encontrarse un ciervo transformado en simples líneas rectas.

lunes, 1 de octubre de 2012

ARTE NEOLÍTICO



ARTE NEOLÍTICO
El Neolítico suele situarse entre el final del Paleolítico y la Edad de los Metales (5000 a. C.). Esta época estuvo marcada por profundos cambios climáticos: los hielos perpetuos se retiraron a las altas montañas y los polos, lo que supuso una mejora de la temperatura, entre templada y cálida y un mayor grado de humedad. Esto determinó la mejora de las condiciones de vida: poco a poco el hombre abandonó las cuevas para vivir al aire libre o junto a abrigos rocosos. Aunque la caza sigue siendo importante en la alimentación, el hombre se hace productor y se asienta en torno a un modo de subsistencia sedentario, centrado en la agricultura y la ganadería (domesticación de plantas y animales). Esto no sólo provoca cambios económicos en los grupos humanos, sino que también aparecen cambios sociales y culturales. Se construyeron poblados y las tribus vieron aumentados el número de individuos, lo que desembocó en una jerarquización de la sociedad y una especialización del trabajo, así como la aparición de conceptos como la propiedad o el comercio. El progreso técnico experimentó un notable desarrollo (cerámica, fabricación de herramientas, tejidos…).
La aparición de la agricultura hizo que la vinculación a la tierra se hiciese más fuerte y comenzaran a desarrollarse aspectos relacionados con la fertilidad, los ciclos vegetales o los fenómenos celestes. La espiritualidad también se hizo más compleja: los enterramientos se realizaron en tumbas edificadas o excavadas en cementerios próximos a los poblados, los espíritus de los antepasados se consideraban como cooperadores y se empezaron a adorar a las fuerzas naturales relacionadas con el cultivo de la tierra (sol, lluvia…), por lo que la religión era animista. Surge el culto a la diosa-madre, diosa de la fertilidad de la tierra que representa el ciclo vegetal y que también se relaciona con la fecundidad: fue representada mediante estatuillas femeninas de arcilla, bien como una joven o bien como una mujer dando a luz.
Todos estos cambios también dejaron su huella en las manifestaciones artísticas: además de las estatuillas de la diosa-madre destacaron las grandes construcciones megalíticas dedicadas al culto religioso (dólmen, menhir y crómlech) y las pinturas rupestres.
2.-La pintura del Neolítico: la zona levantina
Las manifestaciones más importantes de este periodo en pintura se desarrollaron en casi toda la vertiente mediterránea peninsular, desde Lleida hasta Almeria, aunque no faltan conjuntos importantes en lugares alejados del mar (Teruel, Huesca y Cuenca). Uno de los principales problemas que plantea es la cronología, situándose entre el Neolítico y la Edad de los Metales. Estos conjuntos artísticos se situaron en oquedades al aire libre o en abrigos rocosos, por lo que a menudo recibían directamente la luz del sol. En cuanto a los temas, aunque los animales siguieron teniendo protagonismo en estas obras, se introdujeron figuras humanas en las representaciones pictóricas: la fauna raramente aparecía sola y figuras masculinas o femeninas intervenían en acciones conjuntas con los animales (es extraño encontrar composiciones con animales aislados y estáticos), formando escenas de gran dinamismo. Se realizaban tres tipos de escenas (repetidas y claramente definidas):
-bélicas. Con escenas de combates, desfiles y danzas guerreras.
-actividades relacionadas con la caza. Escenas de acecho o persecución de animales (ciervos, bóvidos…).
-vida cotidiana. Centradas en la recolección de alimentos (miel, cereales…) y domesticación de animales (pastoreo), en la organización jerárquica y en las danzas rituales.
El hombre se pintaba desnudo, con adornos en algunas partes del cuerpo (cabeza, brazos, piernas y cintura) y sujetando el arco y las flechas. La figura femenina se representaba con el tronco desnudo y con una falda larga acampanada que llegaba hasta las rodillas o los pies. Las diferencias entre hombre y mujer no sólo están marcadas por la indumentaria, sino que se hacen patentes por la representación de los rasgos sexuales, aunque los rostros no estén detallados. Sin embargo, pese a la nueva importancia que adquirió la representación humana, las numerosas y variadas figuras tenían siempre un tamaño pequeño (6-15 cm. de altura).
Los animales comúnmente representados son los caprinos, cérvidos, equinos y bóvidos. En ocasiones aparecen sin la presencia del hombre como cazador, solos y en diversas actitudes: estáticos, en estado de alerta, caídos en una trampa, con el cuerpo lleno de flechas e incluso muertos. La forma más frecuente de representar un animal era la mancha total de la figura, de un solo color (monocromía), en silueta plana, sin valoración del volumen.
La técnica que usaban estos grupos neolíticos era la pintura, el color, que se obtenía de productos minerales naturales. Los colores más utilizados fueron el rojo, el ocre, el negro y el blanco. Fueron utilizados puros, sin mezclar (en estas pinturas no existe la bicromía ni la policromía ni las gradaciones de tonalidades): son figuras monocromas.
No existe una intención relista, aunque sí existe una pretensión de individualización al marcar diferencias entre sexos. Los cuerpos humanos y animales se exageran estirando o adelgazando sus extremidades o su cintura, creándose formas irreales que muestran su interés por captar lo vital e instantaneo. También mostraban el cuerpo entero de perfil, exceptuando algunas partes que se colocaban en posición frontal.
Reducen la representación a las líneas esenciales, es decir, a las características identificativas y a las actitudes, eliminando el resto de detalles (el arco y las flechas permiten reconocer al cazador o al guerrero): son pinturas esquemáticas de marcado carácter simbólico (las figuras sufren un proceso de abstracción).
En su interés por captar el movimiento, los artistas pintaban a menudo las figuras formando composiciones en diagonal descendente (animales perseguidos en actitud de carrera bajando hacia el valle), consiguiendo escenas de gran dinamismo.
Parece ser que la pintura levantina, incluso si tenía una finalidad mágico-religiosa, era de carácter narrativo y la intención de estos artistas neolíticos era fijar un acontecimiento, narrar un hecho, casi “contar una historia”.
Todas estas características parecen evidenciar que estas pinturas fueron realizadas por hombres que vivieron y plasmaron un mundo completamente nuevo.

















Abrigo dels Cavalls. Cacería de Ciervos.










Danza Fálica. Cueva de Cogull (Lleida)








Figura Femenina y Cabras (Teruel)
 








Arquero (Castellón)




INTRODUCCIÓN
- Nos referimos a Arte Prehistórico, en lugar de a Arte Paleolítico, porque vamos a tratar también otras manifestaciones artísticas que han sido datadas en la Prehistoria, pero en tiempos postpaleolíticos, como el Arte Levantino y el Arte Esquemático 
1. EL ARTE PALEOLÍTICO
- Las primeras manifestaciones artísticas realizadas por el hombre aparecen durante el Paleolítico superior, llegando a formar importantes conjuntos, tanto rupestres como de arte mueble 
1.1. El Arte Rupestre Paleolítico
1.1.1. Localización
- El arte rupestre es el que encontramos sobre las paredes y techos de las cuevas y abrigos habitadas por el hombre paleolítico. El área de distribución del arte parietal se concentra en Francia y España, con muy pocas excepciones fuera de estos dos países.
1.1.2. Técnicas
- El grabado (fig. 1: Caballo grabado de Pair non Pair) y la pintura (fig. 2: Gran bóveda de Altamira), o la combinación de ambas técnicas, dominan en las representaciones artísticas del interior de las cuevas paleolíticas, aunque también encontramos el relieve (fig. 3: Bisontes de Tuc d’Audobert).
          
- El método de representación más utilizado es la silueta, aunque los grabados están complementados con frecuencia con raspados o estriados para evidenciar los volúmenes, y en la pintura con un color o varios con el mismo fin: pinturas monocromas, y con el tiempo irán apareciendo las bicromías y las policromías. Asimismo, en muchas ocasiones se aprovechan fisuras y relieves de la roca para dar sensación de volumen y conseguir un mayor realismo en la representación, como ocurre por ejemplo en "La Capilla Sixtina" del arte paleolítico, la cueva de Altamira (figs. 4A, 4B y 4C: Gran bóveda, Bisonte y Cierva de Altamira).
     
1.1.3. Temas
A) Animales
- Los animales más representados son el caballo, el bisonte, la cabra, el toro, el reno y el ciervo (fig. 5: Gran sala de los toros de Lascaux); apareciendo de una forma más esporádica mamuts, osos, peces, pájaros, felinos, etc.
- La mayor importancia de las representaciones de animales, en comparación con otros temas del arte paleolítico, parece estar en relación con el hecho de que las sociedades paleolíticas basaban su vida en la caza de las especies que aparecen en los santuarios rupestres.
B) Figuras humanas o antropomorfas
- Las figuras humanas son de una gran variedad y van desde un realismo bastante detallado a un total esquematismo, aunque cuantitativamente son poco significativas si las comparamos con otros temas del arte rupestre paleolítico.
- Dentro de este apartado hay que añadir las figuras que llevan un disfraz o son una síntesis de rasgos humanos y animales, en relación clara con el posible carácter mágico-religioso de estos santuarios rupestres. En este caso se representaría al brujo o mago del clan danzando o hiriendo a las figuras animales, con el fin de facilitar su caza o reproducción (Chamán de Les Trois Frères).
C) Manos
- La representación de las manos  (fig. 6: Mano negativa de El Castillo), que pueden ser en negativo, cuando se realiza su silueta rodeándolas de color, o en positivo, cuando se realiza la impresión directa de la mano previamente coloreada, siendo esta técnica mucho menos empleada que la primera.
D) Signos
Los signos o ideomorfos (fig. 7: Tectiformes de Altamira), cuya complejidad es extrema, yendo desde sencillos puntos o bastoncillos aislados hasta formas muy complejas, en los que se han querido ver representaciones de cabañas, de trampas, de armas, etc., están presentes en la casi totalidad de los santuarios rupestres paleolíticos.
1.1.4. Interpretación
- Sobre este arte surgen diversas teorías interpretativas: como la magia propiciatoria para facilitar las capturas de los animales que cazaban, la de reproducción para aumentar la fertilidad de las manadas de las especies representadas, la del totemismo, etc.
- Todas ellas aceptadas en gran parte como componentes de una forma primitiva de religión relacionada con la magia, una vez rechazada la idea de "el arte por el arte", con una finalidad puramente estética, o que fueran representaciones exclusivamente narrativas.

Jesús A. Manzaneque Casero